Los implantes faciales se utilizan para realzar determinados rasgos de la cara.
La cirugía puede formar parte de un plan quirúrgico de feminización facial, ser electiva o reconstructiva debido a un problema congénito o a un traumatismo previo.
Cada una de ellas consiste en colocar materiales sintéticos a gran profundidad por debajo del tejido subcutáneo y sobre el hueso subyacente.